miércoles, 23 de noviembre de 2011

Plan INFOPA

Tras unos cuantos días de reflexión en frío (nunca mejor dicho) sobre los incendios ocurridos en el occidente de Asturias, en los que los Guardas participamos de manera activa con la activación del plan INFOPA, se pueden sacar las conclusiones sobre la utilidad o no del INFOPA, un plan que ante un determinado riesgo de incendios activa a los Guardas para realizar vigilancias de incendios, algo lógico por un lado, pero ineficaz desde el punto de vista de la prevención, que es el papel que nos toca jugar a los Guardas en los incendios forestales. A la vista de los resultados obtenidos se demuestra que el INFOPA es un plan ineficaz y desfasado.

Porque algo falla cuando la instrucción publicada en el BOPA el 5–VII–2001 contemplaba una revisión anual y desde entonces ni se revisó ni se modificó ni una coma, prorrogándolo año tras año sin adaptarse a las nuevas circunstancias y cambios normativos.

Esta instrucción tiene errores tan importantes como establecer la duración de las guardias de incendios en 8 horas cuando posteriormente la normativa marcó una jornada de 7,5 horas, hacer salir a un Guarda de noche en solitario, incumpliendo las medidas de seguridad e instrucciones varias en nuestro trabajo que obligan para los trabajos nocturnos a ir como mínimos dos Guardas por servicio, hacer que un Guarda desarrolle su guardia fuera de la zona habitual de trabajo, desconociendo por tanto el terreno que pisa, con la consiguiente pérdida de eficacia, tanto en el desarrollo de la guardia como en las posibles ayudas a los medios de extinción. Y lo que es más grave, que hay zonas de Asturias que tienen menos vigilancia con el plan INFOPA activado, que cualquier otro día sin activación.

En este nuevo escenario en el que los únicos protagonistas en los incendios forestales son los Bomberos de Asturias, los Guardas deberíamos enfocar nuestro trabajo a la prevención, que ese si es nuestro principal cometido, entendiéndose por prevención la vigilancia disuasoria y en algunos casos encaminada a la detección de pirómanos. De poco sirve activar unas guardias de incendios cuando Asturias arde por los cuatro costados y en los que el papel del Guarda se limita a avisar al 112 de un fuego aquí, una columna de humo allá y tal como marca la instrucción, seguir con su ronda.

Una nueva instrucción de guardias de incendios debería de ir enfocada, como ya se dijo anteriormente a la prevención, con un sistema de prealertas que active a los Guardas antes de que se produzcan los incendios y antes de que el riesgo sea máximo, estableciendo una organización eficaz y lógica para realizar esa vigilancia con una prioridad máxima por encima de otros trabajos. Porque si el papel de los Guardas es la prevención, a eso nos tenemos que dedicar y no actuar como comodines usados por Bomberos de Asturias en situaciones de escasez de personal en los que entonces sí, nuestra presencia en el incendio es importante como jefes de extinción, para dirigir la cuadrilla de turno porque no hay bomberos suficientes para ejercer ese papel, pero por el contrario somos un estorbo cuando las cosas están controladas, salvo para buscar bocadillos.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Maestros de Río



Bajo ese nombre sonoro y rimbombante que aparece en la normativa anual para el ejercicio de la pesca en aguas continentales de este año, se pretenda dar naturaleza legal al antiguo canchero, una figura que se dedicaba a ayudar a los pescadores en la preparación de las artes y medios de pesca, asesorarles para lanzar en las mejores posturas y para ayudarle a sacar el pez una vez que este muerde el anzuelo. Con la nueva normativa el ganchero deja de ser ganchero para llamarse Maestro de Río (con su propio estatuto profesional) y vinculado a las sociedades de pescadores colaboradoras.

Hasta aquí todo normal y lógico salvo por una cuestión: entre otras tantas funciones, al maestro de río va a tener encomendada la función de vigilancia y además, para que las sociedades de pescadores puedan financiarlos, se contempla una posible cesión de acotados, es decir, una privatización de la pesca.

Una vez más asistimos sin voz ni voto a otro cúmulo de despropósitos para con nuestro colectivo. Primero se dice que se va a crear una Guardería específica para el río, pero sin concretar funciones, luego se les encomienda la vigilancia a estos Maestros de Ríos, gobernados por las sociedades de pescadores. Tal vez los Maestros de río sea esa Guardería específica que tanto desean las sociedades de pescadores y el cúmulo de despropósitos esté totalmente planificado, porque desde luego que la vigilancia es algo que las Sociedades quieren desde hace mucho tiempo, y para ello utilizan todo tipo de argucias, sobre todo las descalificaciones al colectivo de Guardas del Medio Natural, que soportamos continuas acusaciones de falta de vigilancia de los ríos y dejación de funciones.

Pese a quien pese, la Administración del Principado tiene un cuerpo propio para la vigilancia de los ríos (La Guardería del Medio Natural)con todas las atribuciones legales para poder desarrollar esa vigilancia,  siendo ese cuerpo el que tiene que ejercer esas funciones, liberándolo de trabajos accesorios como los daños de lobo y potenciando su labor con mejora de medios y organización. Hacer otra cosa es desperdiciar un colectivo bien formado y preparado que está sufriendo continuos ataques a sus competencias de empresas privadas, fundaciones y demás familia, muchas veces con el beneplácito de La Administración, causando una continua frustración a un colectivo con ganas de trabajar y hacer las cosas bien.

Porque dejar la vigilancia del río en manos privadas es como meter la raposa en el gallinero, todos sabemos como acaba la película.